martes, 28 de septiembre de 2010

EL PELIGRO DE LOS MISTICISMOS



E
n el mundo en el que vivimos existe la latencia de una Tercera Guerra Mundial en vista de la proliferación de armamento nuclear en varios países. Cualquiera que sienta la necesidad de usar tan solo uno de esos explosivos en un país que considere enemigo iniciará, sin duda alguna, la tercera entrega de devastación y muerte por excelencia.

Es fácil intuir que en sociedades no-democráticas y teocráticas el peligro aumenta en vista del obvio riesgo de autoritarismo y/o dogmatismo que gobiernos de este estilo parecen promover. En el caso particular de los estados teocráticos, nada impide pues denominar a otras sociedades como enemigas tan solo por el simple hecho de que no se comparte la misma verdad espiritual. Y cuando un estado religioso y fundamentalista tiene armas de destrucción masiva, hay que temer.

Bien, esto parece evidente con los extremistas islámicos, con los fundamentalistas cristianos o con cualquier otro grupo religioso radical que ostente algún poder. Pero mi tesis va más allá. Y esa tesis no es mía solamente, afortunadamente.

Analicemos el origen de tales agrupaciones dogmáticas. Todas se fundamentan en creencias, y más aún, se fundamentan en la fe. En posteriores artículos me gustaría analizar a fondo y con rigurosidad lo concerniente a la palabra “fe”, pero en esta oportunidad la definiré como una “necesidad de creer”.

Todos los seres humanos creen en algo. Ese creer es una extrapolación mental que hacen los individuos para preveer lo que acontecerá en el futuro, y está basado en eventos pasados experimentados, conocidos y certificables. Por ejemplo, es muy fácil creer que mañana podrá salir el sol, pues, aunque no se calcule a diario que el Sol efectivamente sigue su órbita o aunque no se verifique a cada segundo la rotación de la Tierra, es fácil suponer que si a lo largo de toda nuestra existencia el Sol ha salido en las mañanas, es muy probable que salga al día siguiente también. Asimismo se podría creer que ganaremos la lotería al comprar un boleto, pues, en alguna ocasión particular una persona con las mismas probabilidades de ganar que uno efectivamente se llevó el premio.

Éste creer es uno responsable, pues está basado en evidencias pasadas, de alguna u otra forma. De hecho, el creer es inevitable; es, evolutivamente hablando, útil, pues implica un ahorro energético para que hagamos nuestras acciones diarias sin necesidad de una extrema planificación. Al mismo tiempo, existe plena conciencia por parte del que cree de que no siempre ocurrirá lo que uno espera, lo cual es muy positivo pues permite reconocer la contingencia del mundo en el cual vivimos.

En contraste, cuando se experimenta la fe, no es simplemente que se crea en algo, sino que ese algo tiene que suceder de forma imperativa, aún sin evidencias pasadas que lo postulen como probabilidad. Tan importante es la fe, que en la mayoría de las ocasiones constituye la base fundamental de los individuos para construir su vida, su única vida. Como se ve, no sólo es creer, sino es una necesidad de creer.

Eso explica porqué los asuntos místicos son tan propensos al dogma, pues, al enfocarlos desde la fe, no sólo es legítimo (desde la perspectiva del creyente) que no haya evidencia para tal creencia, sino además que tal creencia deberá ocurrir necesariamente. De lo contrario, el sentido mismo de la vida del creyente no existiría, su necesidad más inmanente se vería frustrada.

Esto está claro en las religiones, sectas y cultos tradicionalmente conformados a lo largo de la historia de la humanidad. El dogma es sinónimo de absolutismo, y cuando el absolutismo pretende alcanzar los cánones morales la violencia y la enajenación de las libertades son inminentes. ¿Pero qué es lo que hace que algunos individuos simplemente crean y otros tengan fe?

La respuesta está implícita en lo que se ha explicado anteriormente. El creer es una herramienta evolutiva que nos ahorra “energía de pensamiento”, y la fe, como radicalización del creer, es prácticamente la antítesis del pensar, además de ser el camino más fácil. ante las inquietudes importantes de la vida. De hecho, tal y como lo decía Friedrich Nietzsche, “la fe es no querer saber”. Tanto es así que, estrictamente hablando, cualquier pregunta que se cuestione los fundamentos de algo basado en la fe tiene una única respuesta: “porque sí”. Y es verdad, esa respuesta es correcta. La fe no es demostrativa por definición, puede carecer de evidencias impunemente. He ahí el peligro que subyace en toda clase de misticismos.

¿Tocar madera para que se cumpla algo, llevar una herradura o una pata de conejo, besar el balón de futbol, darse baños espirituales, recurrir a brujas o hechiceros, mal interpretar las cuestiones metafísicas, entre otras cosas, es peligroso también? La respuesta que doy es afirmativa. Tales supercherías parecieran ser inofensivas y muy lejanas a la realidad de la violencia dogmática, sin embargo, en mi opinión, son la semilla con la que los fundamentalismos se desarrollan.

Puede ser pertinente para muchos confiar en tales o cuales ritos y mitos, pero tal cuestión constituye una irresponsabilidad si no existe una evidencia clara en la cual se sustenten dichas creencias o si se recurre a la desnaturalización de la vida. ¿Qué significa desnaturalización de la vida? Socavar el más acá con ideas de un más allá, entregarse ciegamente a idealismos y romanticismos, y sobretodo, no ser racionales ni congruentes con nuestra realidad humana y física.

Mientras más se confíe en supersticiones, mientras más se le aseguren facultades exentas de comprobación, más se convierte la gente en apologistas de la fe y en enemigos del pensar. Se vuelven aquellas en cultivadoras de una costumbre, una mal sana costumbre, en donde la sociedad no distingue la realidad de la fantasía por excluir de rigurosidad las bases mismas de la existencia de los fenómenos. Y cuando un apologista de lo místico e inexistente tiene seguidores, la moral de ese grupo (por la carencia de evidencias y la necesidad de creer) se transforma en dogma, y es ese dogma lo que transgrede la libertad individual básica de los demás individuos pensantes. Es este momento en el que la moral de una sociedad pretende ser la única, con todas las consecuencias que ya sabemos.

Que sea ésta una lucha declarada en contra de la raíz misma de los dogmas, de los fundamentalismos y de los absolutismos. La característica principal del Homo Sapiens es el uso de la razón, y todo lo que atente contra ella, todo lo que la releve, todo lo que la bloquee es una violación a lo que somos y una enajenación de nuestras capacidades. De todas las cosas en las cuales podemos elegir creer para sustentar nuestra esperanza y nuestro sentido de la vida, son las invisibles, las impalpables, las indemostrables, las especulativas, las más miserables, irresponsables y pérfidas que podemos concebir.

Esta cruzada por la razón y el respeto plural está actualmente liderizada por Richard Dawkins. Científico prominente y debatiente constante en numerosos seminarios, congresos y programas de televisión, es el fundador de http://richarddawkinsfoundation.org , lugar en que cualquier interesado o voluntario puede informarse y colaborar para esta causa.

Una buena introducción de lo que esto significa quizás sea el documental “los enemigos de la razón”, del mismo Dawkins, el cual se puede ver (y continuar luego de la primera parte) a continuación:



No al fundamentalismo. Saludos.






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sábado, 25 de septiembre de 2010

¡WTF!, BELLEZA AMATEUR E ILUSTRACIONES SIMPÁTICAS


"Learn 2 read"


H
ace mucho tiempo que no se publican animaciones por acá, pero para compensar, comenzaremos con un genio de la animación. Chris Oney, conocido simplemente por Oney en el mundo de la animación, es un talentoso artista de Irlanda, que con sus 19 años de existencia se está forjando como uno de los animadores más populares de la red.

La animación que os presento a continuación es bastante breve, más sin embargo, no está exenta de técnica. Creo que en posteriores publicaciones sabrán porqué llamo a este ser humano un genio, muy probablemente cuando vean su más reciente y exitosa serie "Leo & Satan". Es lo máximo.

Que esto sea un abreboca entonces:

Learn 2 Read


"Beauty is humanity"


EVanimations es el seudónimo de un animador amateur de 17 años. Especularé, pero estoy segurísimo de que esta animación es de aquellas que acompañan a la música, en vez de ser lo contrario. Esto ocurre cuando, como animadores, nos topamos con algún soundtrack increíblemente inspirador que nos hace volar la imaginación y querer entonces plasmarla de alguna manera en un corto animado. No en vano, confieso, utilicé la misma canción de este trabajo (Glorious Morning) para darle vida a un videojuego que hice una vez.

Pero seguiré especulando. La animación, como verán, trata acerca de la belleza inherente en la historia y evolución de la humanidad. Aunque el trabajo es realmente principiante (dibujos descaradamente realizados con el mouse y basados en figuras geométricas prestablecidas, formas con contorno de línea fina, texturas ingenuas, etc.), me agrada el hecho de que el autor intenta hacer una buena historia y expresar un mensaje con los modestos recursos que posee. Y si digo que "especulando ando" es porque también estoy seguro de que EVanimations se inspiró en el videojuego Age of War (además de la canción) para hacer esta animación. Por cierto, el jueguito es bastante entretenido.

Bueno, sin más preámbulos, la animación en cuestión:

Beauty is humanity


"Fight in the Forest"


Tyler, también conocido (seguro que sólo por sus allegados) por Deepfryedemu, es un jovenzuelo de Filadelfia que nos trae esta animación experimental. La animación en sí no es nada del otro mundo, pero lo que me parece bastante relevante es que en medio de estos bosquejos animados, Tyler parece estar desarrollando una muy buena técnica, similar a la del gran maestro Gonzo.

El estilo de Gonzo es inconfundiblemente trisexual, divertido y excelentemente ilustrado.

Quizás por ello se le puede perdonar que el soundtrack de la animación no esté completo (esas cosas pasan...). Se nota que toda la animación requiere necesariamente el uso de un lápiz óptico y de la santa paciencia de los animadores frame per frame. Y como también denota un uso creativo de las tomas, me parece que Tyler va por muy buenos pasos:

Fight in the Forest




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viernes, 24 de septiembre de 2010

AFORISMOS CLARIVIDENTES. Intercambio y alquiler de espacios.

A
forismos Clarividentes es un modesto espacio de opiniones personales, gustos, reflexiones e intereses de índoles más o menos definidas (ingeniería, filosofía, religión, política, actualidad venezolana, humor, entre otros), con una cantidad de visitantes también modesta. Algo justo al parecer.

La creación de la página se remonta a los finales de febrero de 2010, y desde esa fecha hasta hoy (24/09/2010), Aforismos Clarividentes ha tenido más de 2000 visitas únicas, oriundas principalmente de toda Latinoamérica, aunque también de lugares ciertamente distantes de Venezuela como Grecia, Rusia y hasta Australia.


(Actualización: A mediados de octubre del año 2010 se realizó un cambio de dominio. Eso perturbó un poco el número de visitantes de la página. Pero con el pasar de los meses, dicha situación no solo se solventó, sino que ha mejorado. Actualmente, desde ese entonces hasta el día de hoy, 29 de abril de 2011, se ha tenido 8353 visitas únicas)



Si es su deseo entablar sociedad con esta página, pues sea usted bienvenido. En la cofradía de los blogueros todos somos amigos (o por lo menos se intenta), y como muestra de mutuo apoyo Aforismos Clarividentes se presta gustosamente al intercambio GRATUITO de banners.

El asunto es muy sencillo. A través del contenido, en la parte derecha de la página, usted podrá encontrar los espacios preferentes para colocar el banner de su empresa o página web en particular. Por cuestiones estéticas, hay dos tipos de tamaño estandarizado permitidos:

El normal, de 150x150 pixeles


o el Mega Banner, de nada más y nada menos que 330x330 pixeles.



Ante tales alternativas, Aforismos Clarividentes ofrece lo siguiente:

* Intercambiar gratuitamente los espacios para los banners si usted cuenta con un website o blog. Independientemente del tamaño (150 px^2 o 330px^2), el tamaño del banner a intercambiar debe ser el mismo para ambas partes.

* Si usted quiere aprovechar las visitas a esta página para promocionar su empresa, no importa que usted no cuente con una página web. Tampoco importa el país de su residencia. Contacte por corvomecanico@gmail.com y muy probablemente llegaremos a un acuerdo a cambio de una irrisoria cuota mensual.

* El tiempo de duración del anuncio en esta página dependerá del tiempo en el que el banner de Aforismos Clarividentes se encuentre en la suya, o de la cancelación de la cuota mensual, según sea el caso.

* El banner de Aforismos Clarividentes será siempre una imagen estática.

Al mismo tiempo, como todo no puede ser tan sencillo, existen ciertas condiciones:

* No se hará intercambio o alquiler con empresas o páginas pornográficas y/o de material sexual explícito. (Sí, que aburrido...)

* No se hará intercambio o alquiler con empresas o páginas racistas, irrespetuosas, xenofóbicas o denigratorias del individuo por razones de credo, raza, sexualidad o tendencia política.

* No se aceptarán imágenes .gif o cualquier otro anuncio de imágenes dinámicas.

* Eso es todo.

Espero que este espacio sea de su agrado y, aún más, de su utilidad. No dude en contactar por las vias apropiadas. Se contestarán todos los correos y comentarios. Muchos saludos.

Aforismos Clarividentes. Una añoranza a la Ilustración.




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miércoles, 22 de septiembre de 2010

RODIN 4D


U
nos de los problemas más notorios que tiene la disciplina de la biomecánica médica es que cada diseño para mejorar la calidad de vida de los pacientes ha de ser particularizado. Esto implica, como es fácil imaginar, que el proceso es ciertamente lento y costoso. Son pocas las estandarizaciones que pueden lograrse para el implemento de prótesis y ortesis, por ejemplo.

Cada cuerpo, así como cada mente, es un trasmundo. La geometría de la fisionomía de un paciente en específico es muy distinta a la fisionomía de cualquier otro. Ante esta realidad, ¿cómo sería posible practicar los principios de una cadena de producción o de una producción en masa de algún producto directamente relacionado con la forma del paciente? Por ahora es imposible hacerlo. El proceso es realmente lento, y en el caso particular de la toma de moldes para prótesis u ortesis, los procedimientos artesanales son aún muy importantes y requieren de mucha habilidad y paciencia.

Supongamos que un paciente necesita una ortesis de rodilla para su pierna izquierda. Para fabricarla, necesitamos conocer cómo es la pierna del paciente, su forma detallada. El procedimiento estándar es embadurnar con escayola la pierna del paciente (la escayola es un yeso especial), esperar a que frague, cortar el molde longitudinalmente y extraerlo de la pierna. Ese molde vacío que, a modo de cáscara, contiene una copia fiel de la extremidad de interés (si se hizo el procedimiento con la habilidad requerida) se llama molde negativo.

Ese molde negativo se rellena con otra clase de yeso en forma líquida. Se espera a que solidifique, se retira el molde negativo y nos queda nada más y nada menos que una réplica exacta de la pierna del paciente. Esa réplica se llama molde positivo. Con ella podremos tomar todas las medidas necesarias para fabricar la ortesis (o por lo menos los asientos de la ortesis).

Todo este asunto de los moldes negativo y positivo toma un par de dias aproximadamente. Ahora imaginen que en vez de hacer lo del molde negativo, hacen lo siguiente:



Si la emoción os embarga al ver este video, quizás es por la música del mismo, que evoca los momentos de lujuria más famosos esparcidos por todo el internet. Pero una buena parte de la emoción también sobreviene al imaginarnos el funcionamiento de este dispositivo que escanea la pierna, llamado Scan O&P. Tal y como se ve, sólo toma unos minutos obtener una imagen precisa y tridimensional de la pierna del paciente.

Esta imagen 3D es visualizada en un software especial para ello, denominado Rodin4Design. Es aquí en donde el especialista puede modificar detalles de su interés en la fisionomía virtual de la pierna, ajustándola de acuerdo a sus intereses, o simplemente verificando que el futuro molde positivo a fabricar no tenga problemas. Pienso que este software es increíblemente útil para realizar análisis de esfuerzos en elementos finitos, o para basar diseños CAD en 3D a partir de la figura escaneada. Y esto no solamente para fines biomecánicos.

Muy bien, ya se tiene el molde positivo digitalizado en la computadora, ¿cómo se trae a la realidad? Pues aquí es en donde entra en escena este maravilloso robot:



Colocando un material apropiado (poliuretano, polietileno, yeso, espuma blanda, etc.) en una bancada movible, el señor robot se encarga del desbaste del material para darle la forma del molde positivo al mismo. Es como una versión avanzada y particularizada de los CNC, que de por sí ya son muy avanzados. Es así como se obtiene, al final del procedimiento, una réplica exacta y tridimensional de la pierna del paciente. Y el único procedimiento manual, aparte de manejar el escaner, es sentarse en la computadora a retocar detalles y posiblemente a programar el robot. Por supuesto, eso no ha de ser algo trivial, pero seguramente requiere menos mano de obra y tiempo que el procedimiento tradicional.

Me alegra mucho que que ya nos estemos acercando, aunque lentamente, a los avances que podía ver hace varios años en películas como Star Wars. ¿Recuerdan la parte en la que Luke pierde su mano y luego le es reconstruída?

Cuando tu padre te corta la mano, siempre podrás recurrir a la biomecánica. (A menos que seas musulmán y reconstruirte sea un pecado).

Para mayor información de estas innovaciones, podéis visitar el siguiente enlace:

RODIN4D

Mientras más avanza la ciencia, menos se le distingue del arte. Muchos saludos.


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martes, 7 de septiembre de 2010

DYSON AIR MULTIPLIER


P
artiendo del mismo principio que hace que los aviones tengan sustenciación y que los carros de fórmula queden pegados al suelo a medida que ambos ganan velocidad, aparece en el mercado el Air Multiplier de Dyson: un ventilador sin aspas.

Todos saben qué es un ventilador. Todos están familiarizados con unas hélices que giran y una rejilla que nos protege de ellas. De hecho, es usual que de niños hablemos de frente al ventilador para hacer lucir nuestra voz como la de un robot. ¿No recuerdan cómo el ventilador parecía tomar nuestro sonido y cortarlo en pedacitos muy frecuentemente? Pues esta idea también es la usual cuando rememoramos a los ventiladores.

Justamente, en los ventiladores usuales, las aspas cortan el flujo de aire rápidamente y el perfil de cada una hace las veces de tobogán, en donde el fluido se desliza con velocidad a través de él hasta salir expedido frontalmente del ventilador. Éste es el principio de todas las bombas axiales (independientemente de que el fluido sea líquido o gaseoso), y por eso nuestra voz se corta cuando hablamos al frente del aparato.

Pero con el nuevo Air Multiplier la cuestión cambia bastante. Ya no hay aspas, ni rejillas, ni voces de robot. Lo que que hay es un flujo contínuo de aire que sale a velocidad constante del aparato:



La multiplicación principal de la velocidad del aire se hace a expensas del uso inteligente del perfil de ala. Para que el aire de salida salga a mayor velocidad que el aire de entrada, la lógica nos indica que la presión en el fluido debe jugar un papel importante en el mismo. Y así es. Recordando la vista de corte del dispositivo que sale en el video, se nota cómo un perfil de ala es el corte transversal del anillo del ventilador. La imagen siguiente concentra la atención en lo que se trata de explicar:


El aire parte de la base del dispositivo y es encausado para que recorra frontalmente el perfil de la imagen (que es hueco), que se sitúa en el anillo del ventilador. El aire entra a una velocidad V1, y una porción de él recorre la parte superior del perfil mientras que la otra porción recorre la parte inferior. En base al planteamiento unidimensional de una línea de flujo hecho por Bernoulli (que no es más que otra forma de la ley de la conservación de la energía), la energía en modalidad de presión y la energía en modalidad de velocidad están en mutua proporción. De esta manera, a lo largo de una línea de fluido, el incremento de la presión en el aire implica un decremento de la velocidad y viceversa.

El perfil tiene una geometría tal que el flujo de aire que pasa por la parte inferior del mismo recorre una distancia menor a la distancia que recorre el flujo por la parte superior. En ese sentido, mientras que el aire fluye a una velocidad V2 por la parte inferior del perfil, el aire que fluye por la parte superior, al recorrer una distancia mayor y para atenerse a la conservación de la energía, debe aumentar su velocidad, a V3. Este aumento de velocidad hace que la presión en esa zona tenga que ser menor respecto a la presión de la parte inferior. Esa "depresión" o fenómeno de pseudovacío es lo que Sir Dyson en el video menciona como "presión negativa". Ese pseudovacío "chupa" el aire dándole velocidad, logrando el efecto multiplicador.

Dyson menciona que además de ello existen otros dos multiplicadores en la velocidad del aire. Uno de ellos se encuentra en la base del dispositivo. Con el nombre de "impeller", que quizás sea acertado traducir en "propela", tal parece que hay un pequeño ventilador (¡con aspas!) en la base del dispositivo para aumentar así la velocidad de entrada. Que alguien me corrija si no es tal cosa, pero de serlo, sería bastante irónico este hecho.

El otro multiplicador se da en la salida. El anillo tiene una muy ligera forma de cono truncado, y pues, cuando un flujo pasa a través de un orificio, mientras más pequeño sea su diámetro, a más velocidad saldrá el flujo (¿nunca han intentado cerrar parcialmente el orificio de una manguera con un dedo?). Eso aumenta la velocidad del aire y también ocasiona el efecto de depresión "chupadora" que hace que el aire circundante sea succionado por el anillo. Quizás la palabra "chupadora" no sea la mejor...

Entonces este nuevo diseño para ventiladores mola bastante. El aspecto comercial sin duda se nutrirá de la estética futurista e innovadora del dispositivo para venderlo. Y si bien ya no se puede hablar como robot a través de él, sí que se puede hacer empero el siguiente juego:




Yo me lo compraría.





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lunes, 6 de septiembre de 2010

REGISTRO DEL TÍTULO EN EL RPC. (Parte II)


D
espués de la estafa del fotocopiador amable, fui al Banco Provincial. Queda a la vuelta de la esquina, así que eso definitivamente es una ventaja. Llegas al banco y ves que hay 19 taquillas para atenderte, más un sistema digital de tickets para que no hagas cola dentro de un tumulto de gente. Eso suena más maravilloso, ¿no es así?.

Pues bien, tomé mi ticket de la maquinita y resulta que tenía a 150 personas por delante. Supuse que tardaría, pero dadas las 19 taquillas me dije a mi mismo (inocentemente): “Esto será un rato y ya”. Soy un estúpido.

De las 19 taquillas, sólo 5 eran atendidas. Eso fue lo que noté al rato. Ante este suceso de los eventos, agarré mi libro, me senté en unas escalerillas que estaban por ahí y me puse a leer, o a por lo menos a intentarlo, ya que no había desayunado y moría de hambre.

De pronto me percaté que estaba sentado al lado de una niña. También leía, pero el famoso libro de los vampiritos que creen en el amor. Escuchaba música al mismo tiempo y hablaba sola de vez en cuando. Mientras yo veía las páginas de mi libro sin leer, pues el hambre me tenía al borde de la inanición, la niña hacía intentos sutiles para socializar conmigo, o por lo menos eso fue lo que me pareció. Veía mi libro, intentaba ver la portada para averiguar qué era lo que leía, a veces miraba los números de la pantalla y en un modismo pre-fabricado de hastío decía en voz escuchable cosas como “que ladilla esta cola vale”. Yo la ignoraba, no tenía ganas de socializar.

Después de mucho tiempo, y de varios intentos, terminamos hablando. Aunque fui monosílabo, ella me contaba largo y tendido varias anécdotas de su vida. Le faltaba un año para graduarse de abogada, luego quería estudiar psicología, tenia 19 años (no era tan niña), su mejor amiga se llamaba Diana y una vez, estando con ella, amenazaron con una demanda al tipo de la taquilla del estacionamiento del Sambil. Su estilo de hablar y de humor era el típico de las personas que pasan demasiado tiempo viendo series estadounidenses; ya saben, esa clase de chistes que intentan ser sarcásticos y que esperan las risas pregrabadas del estudio para hacer entender que son chistes. Nunca supe su nombre.

Cuando habían pasado dos horas de espera en el banco y ya el hastío hacía que mi compañera casual de cola pusiera su cabeza en mi hombro (y aún no sabíamos cómo nos llamábamos), llego mi turno. Fui atendido en cinco minutos, lo cual es la usual ironía de la vida en los trámites fastidiosos de este país. Me despedí de la chiquilla, fui a sacar 2 fotocopias de la planilla bancaria en el localcito del estafador amable, y luego fui al Registro.

Ahora el lugar para hacer cola era la mezzanina. Tenía que entregar la planilla bancaria en una caja para que me dieran un recibo. Un señor que tenía delante de mi atendió una llamada a su celular, y se preocupó bastante por hacerse notar mientras conversaba. Parecía preocupado. Luego, cuando colgó, me dio un golpecito en el hombro con su mano, y sin mirarme nunca, sino que manteniendo su vista en el celular, me dijo:

“No chico, lo que pasa es que éste es un familiar que tengo enfermo y eso me tiene preocupado vale”.

No le contesté nada.

Aquí es donde digo: ¿Por qué carajo la gente tiene que estar hablando con todo el mundo? ¿Cuál es esa necesidad tan imperiosa de comunicarse y fastidiar a cada rato y a cualquiera? ¿Será que soy misántropo, o es que de verdad la gente es neurótica?

Me dieron mi recibo, subí inmediatamente el piso 1, y finalmente el trámite de ese día parecía llegar a su fin. Entregué todos los papeles que tenía que dar en la taquilla correspondiente, y un señor mayor, pero muy amable y paciente me explicó que tenía que volver en dos días, que llegará a las 10 de la mañana a agarrar un número para poder recoger mi título registrado. Como pueden ver, también para recogerlo hay cola y un número limitado de personas.

Salí a las 02:30 P.M. de todo el proceso de ese dia.

DOS DÍAS DESPUÉS

Me encontraba a las 10:30 A.M. de la mañana, leyendo mi libro, en la cola para recoger mi título. Como es predecible adivinar, habían caras conocidas en la cola que habían hecho el trámite contigo hace un par de días. La cola se hacía en la puerta del Registro, en la calle, pero avanzaba a partir de las 11:00 A.M.

Cuando llegas a la puerta, justo en la recepción, un señor toma el recibo que te dieron el dia del trámite, tu cédula, las guarda, te un número, y te dice: “Ven a la una y media al piso uno”. Pues a esperar otra vez. Me senté en la entrada del Registro a leer, pues no tenía dinero para hacer ninguna otra cosa. Planeaba quemar el tiempo así, y así lo hice durante una media hora, hasta el señor registrador, ataviado en un elegante liqui-liqui verde oliva, me sale al frente y me dice: “Caballero, ¿sería tan gentil de levantarse de ahí por favor?”. Bueno, no tuve más remedio. Accedí y me senté adentro cuando milagrosamente vi un puesto vacío. Por lo menos me lo pidió con buena educación.

Aún así, a la única persona que le queda bien el liqui-liqui es a Neo.

Esperé y esperé, hasta que cuando se hizo la 1:00 P.M. subí al piso 1. Ya había mucha gente por allí esperando lo que yo esperaba también. Pretendí esperar allí a que se hiciera la hora. Apareció de nuevo el señor elegantón registrador, diciendo:

- “Buenas tardes señores”.
- “Buenas tardes”, respondieron cinco o seis mojigatos. Una señora dijo: “buenas tardes ¿como está?”.

Luego de breves segundos de silencio y expectación, el registrador dijo:

“Señores, la logística será la siguiente. En este puesto (el primer puesto) se sentará el número1, al lado el número 2, al lado el número 3, y así sucesivamente hasta el 32, que es el último puesto. Del 33 hasta el 50 se quedarán de pie. Y del 51 hacia adelante esperarán abajo. A medida que vayan llamando a la gente, se van corriendo de puesto, para así darle oportunidad a los que vienen de sentarse. Esto ha sido una medida que hemos tomado para disminuir el tiempo de estadía en el trámite. Antes se salía a las seis de la tarde de aquí y yo atendía a uno por uno. Ahora todos los títulos están firmados justo ahora, y heos logrado la meta de entregar 60 títulos en media hora (la señor anterior dijo “qué maravilla”, embelesada más por el poder que por el logro). Así que bueno, hemos mejorado el proceso de entrega bastante. Sigan el orden y las instrucciones. Los abogados de la Universidad Bolivariana pasen a la sala de allá luego de retirar su título”.

Bastante misteriosa la entrevista con los universitarios bolivarianos. Me preguntó para qué los habrá llamado aparte.

Bueno, el asunto es que cuando todo estuvo listo nos comenzaron a llamar para la entrega de los títulos. Como la meta es ser rápidos, nos llamaban de a cuatro personas, a veces de a tres. Esas cuatro o tres personas eran atendidas en menos de dos minutos y luego llamaban a otro pequeño grupo. Como la orden había sido corrernos de asiento, nos levantábamos muy frecuentemente, casi ni siquiera valía la pena volverse a sentar. Y si no te sentabas, el registrador te llamaba la atención. Pronto comentaré acerca de esto.

Llegó mi turno, me hicieron firmar un par de cosas que ni leí dada la dinámica del proceso, me dieron mi título y mi cédula, y todo listo finalmente. Lo malo es que en la parte de mi título en donde consta que está registrado, las palabras y números escritos fueron caligrafiados con marcador, tal y como si se les hubiera acabado la tinta del bolígrafo y luego agarraron lo que tenían a la mano para agilizar la escritura. Lo único que le da carácter se seriedad a mi título es el sello enorme que dice “Marcos Pérez Flores, Registrador Principal de Caracas”.

Y este había sido el fin del trámite. En este día salí a las 2:00 P.M.

OBSERVACIONES

• En el primer día del trámite se tardan ocho horas y media en el proceso. La verdad es que no debería tardar tanto. Se que se han hecho muchas mejoras en la logística, pero aún puede refinarse más el procedimiento.

Suponiendo que el aspecto burocrático no se puede reducir en cuanto al número de papeles que hay que entregar, sugeriría que el mismo muchacho que revisa rápidamente si los títulos son válidos o no, lo haga en la cola antes de entrar al Registro, justo cuando delimitan la cantidad de personas para el procedimiento del día. Además él, y quizás un par más de personas encargadas, luego de realizar el peritaje, podrían pegarle el timbre fiscal al título inmediatamente. Eso ahorraría una pequeña parte del tiempo, pero que por persona, redundaría en horas de ahorro en las vidas de todos. También podrían abrir otra taquilla en vez de trabajar sólo con dos en una misma cola.

• Evidentemente centralizar todo en el Registro Principal es el error más grave que hay.

• ¿En verdad hacen falta tantas fotocopias?

• ¿Qué tal si el registro lo hacen en cada universidad, o si la universidad se encarga de ello para tramitarlo con el Registrador Principal, y luego te da el título?

• Si se hace un convenio entre un banco en particular cercano y el Registro, el banco podría disponer sólo de una taquilla para las operaciones del Registro, a cambio de éste, por cuestiones de tiempo, será el banco preferido por todos.

• En el segundo día de trámite, el rodarse de los asientos, teniendo todos un número a la mano, es una estupidez. Nadie se va a colear y todo el mundo podrá sentarse a medida que vayan llamando a la gente. No hay que acatar las normas porque sí, sino porque se entienden. Si hay algo mejor, pues es mejor no acatarlas.

• Caracas es una ciudad bizarra. En medio de esas diligencias vi en la calle a una señora caminando con una cabeza de maniquí en la mano, sujetándola por los cabellos. La gente habla sola, o te habla de cosas que no te interesan, así, de la nada.

Sí.

• Mi opinión del Registrador: Elegante, educado, metódico, comprometido, demagogo, pavoso.

Bueno, espero que esta crónica les haya servido para algo, si es que tienen que pasar por este suplicio alguna vez. Muchos saludos, y mucha más suerte.



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jueves, 2 de septiembre de 2010

REGISTRO DEL TÍTULO EN EL RPC. (Parte I)


P
or alguna extraña razón, en este país cuya capital centraliza todo lo que puede adherirse a sus tentáculos burocráticos, los recién graduados de toda Venezuela deben ir a consignar su título ante el Registro Principal de Caracas (o ante sus órganos subordinados). Por otra (no muy) extraña razón, el gobierno intenta centralizar todo aún más en el Estado, pero esos son otros asuntos… En fin, que se sirvan los lectores de estas letras de una crónica basada en uno de los trámites más famosos: registrar el título.

En mi caso, la anécdota fue en el Registro Principal. La cosa queda curiosamente frente al CICPC, en la Av. Urdaneta, muy cerca del puente Fuerzas Armadas, el mismo en donde los comerciantes informales pueden venderte un libro de Camus en BsF 5 y un disco de Daddy Yankee en BsF 15.

El lugar, comparado con el CICPC, y para tener el título rimbombante de “Principal”, es más bien modesto. Queda en una cuadra en donde muy variopintos locales son vecinos, uno al lado del otro, así que es fácil pasar por delante del Registro sin darnos cuenta. Fui un día en la tarde, para ver dónde quedaba, y para mi grata sorpresa, vi que en varias carteleras se ofrecía la información que necesitaba. Estaban claramente expuestos los requisitos para registrar el papel que dice que sabemos algo, el monto, los días, y las taquillas a las cuales dirigirnos. “Que maravilla” pensé. Hasta aproveché y compré los timbres fiscales en ese mismo momento.

Por cierto, los requisitos son:
• Cédula laminada.
• El título, obviamente.
• El timbre fiscal correspondiente (si eres licenciado o equivalente, vale Bs F 15. Sí, más que los libros de Camus).
• BsF 285. Llévate 350 bolívares fortachones para las fotocopias y aperitivos, y vas cómodo.

La atención es por número final de cédula, de tal manera que puedes ir el:

• Lunes: Si tu cédula termina en 0-1.
• Martes: Si tu cédula termina en 2-3.
• Miércoles: Si tu cédula termina en 4-5.
• Jueves: Si tu cédula termina en 6-7.
• Viernes: Si tu cédula termina en 8-9.

Pues bien, el día correspondiente fui muy contento a registrar mi cuestión. Llegué a las 7:30 A.M. y la gente se río de mi. Había llegado demasiado tarde. Ahí fue cuando me enteré (cosa que no salía en la cartelera) que había que madrugar para poder obtener uno de los 140 números que dan al día para poder hacer el registro.

Espere una semana. Entrené arduamente para levantarme más temprano, y el día previsto lo logré. Aún así, gracias al tráfico, llegué a las 6:20 A.M. Había dos colas enormes esperando la apertura del Registro, un par de señoras que venden empanadas haciendo negocio y un señor que vende café haciendo el día también. En apuros, pues no sabía cuál cola era la que me correspondía, le pregunté a un sujeto que parecía estar ducho en la materia. Me dijo:

“Es la cola de allá padre. Alquilo una sillita pa’ que te sientes. Y si no consigues número, habla conmigo para que puedas entrar, te sale en 500”.

Considerando que el registro, más las fotocopias, más los timbres fiscales son aproximadamente BsF. 300, me le reí en la cara, le di las gracias y me fui a hacer mi cola.

No intenten pasarse de listos con lo de los números de la cédula. Antes de abrir el Registro como tal, una persona encargada revisa las cédulas de la gente. Y si no vas para el baile ese día, no vas, así vengas de Delta Amacuro. Me pareció bien, los venezolanos debemos aprender a leer y a respetar las normativas. Luego de las expulsiones, un misterioso señor vestido elegantemente hizo su aparición contando a cada una de las personas. Cuando llegó al límite que le parecía justo, despachó a los sobrantes. Les sale madrugonazo otro día si quieren hacer el trámite.

A pesar de haber llegado a las 6:20 A.M., fui uno de las últimas personas de la fila, creo que la 125 o algo así por el estilo. Los trámites, en un inicio, se hacen el piso 1 del Registro, pero la fila de 140 personas es tan larga que llega a planta baja (y eso que el edificio tiene una mezzanina). Justo en planta baja me encontraba yo, suspirando y armándome de paciencia con un libro que afortunadamente me traje, leyéndolo, cuándo de pronto se apareció de nuevo el elegante personaje. Éste dijo en voz alta:

- “Buenos días”.
- “Buenos días”, repitieron 5 o 6 personas, sin mucho ánimo.
- “Buenos días”, dijo otra vez el elegantón, en voz mucho más alta.
- “Buenos días”, dijo la gente en general, casi en el típico tono en el que los alumnos de primaria saludan a la maestra. Patético.

El elegantón afinó su garganta y dijo esto, de una forma tan pavosa, que no creo que se me olvide en mucho tiempo:

“Buenos días señores, yo soy el registrador principal de Caracas. Mi nombre es Mauro Pérez Flores. Llevo trabajando acá un año, cuatro meses, tres semanas y tres días. Les doy la cordial bienvenida al Registro. El asistente que ven cerca del ascensor (había un muchacho ahí a la vista) va a revisar sus títulos a ver si tienen enmienda o si no son claros. Los depósitos del procedimiento de registro pueden realizarse en el Banco Industrial de Venezuela, Banco Bicentenario, Banco Provincial y en el Banco del Tesoro. También se pueden realizar en el Banco de Venezuela, pero últimamente hemos tenido quejas de éste. Hoy mismo hablaré con ellos porque ese banco es del Estado y no tiene que haber quejas. Yo soy un revolucionario.

El tramite de hoy es bastante largo, y van salir de ello al mediodía. Yo soy un revolucionario, pero no hay facilidades para nadie, venga de donde venga, sea del partido que sea. Siempre hemos trabajado atendiendo entre 50 y 60 personas diarias, y como ya ven, hemos expandido el rango a 140 y 150 personas, porque hay muchas solicitudes. Si hay un terremoto, esperen con calma a que pase la ola sísmica y luego salgan poco a poco del edificio.

Les daré un consejo para el día de hoy: sean pacientes como el elefante, ordenados como la hormiga e inteligentes como el águila. Yo soy un revolucionario orgulloso de este proceso, ya se los dije. Buenos días”.

Él es Mauro Pérez Flores, pero no es el registrador. Facebook dice que es de México.

Vale acotar que una mujer interrumpió el discurso (o por lo menos lo intentó) del señor Mauro porque quería intervenir. Fue ignorada y no volvió a insistir. Quién sabe lo que iba a decir…

El muchacho asignado fue revisando título por título en búsqueda de rayones, falsificaciones y roturas. A los no clasificados por el breve peritaje les decía secamente :”acta de grado”. Pues bien, hasta ese momento, desde el comienzo de mi estadía en cola, un sujeto que venía con su amigo atrás de mi no había parado de hablar en voz alta acerca de todas las cosas que se le ocurrían.

Era un tipo de 57 años (lo sé porque dijo la edad en voz alta, como todo lo que decía), que cobraba dos sueldos en dos trabajos, aunque en uno no trabajaba. Quería, como todos, registrar su título. Decía que en este país, como todo el mundo estaba pelando, llegaría un momento en donde los ladrones sólo te robarían la cédula. También hablaba maravillas de los Tupamaros en la parroquia 23 de Enero, entre las cuales relucía la anécdota de que esos tipos mataban a quienes hacían escándalo de noche y no dejaban dormir a los vecinos. Vaya país…

Venezolano escandaloso genérico que habla en voz alta en las colas.

Era tan molesto que frecuentemente me sacaba de concentración en mi lectura. Gracias al Pulpo Paul, cuando le revisaron el título, el muchacho le dijo con la frialdad de Batman “acta de grado”, a lo que el hombre, que hasta ahora parecía bonachón, reaccionó con rezongadoras, refunfuños y quejaderas. Después de hacer el intento de reclamar, le dijo al amigo que lo esperara y que le guardara el puesto, que él iba a buscar el acta de grado ahí mismito. Más nunca lo volví a ver.

Se hicieron finalmente las 11:00 A.M. Llegué a la taquilla nº 8. Le pegaron el timbre fiscal al título, me pidieron el teléfono y me dieron una planilla bancaria. La pregunta de los mil millones es: ¿Se justifican casi 5 horas de cola para eso?. Luego debía sacar 2 copias extra oficio del título, llenar la planilla bancaria, sacarle 2 copias, ir a uno de los bancos estipulados y volver a otra taquilla para seguir con LA MITAD del trámite…

Bueno, me dirigí a lo de las fotocopias. Cerca del Registro queda un pequeño local en donde las sacan, así que obviamente había cola también. Tengan cuidado con la persona que atiende.Es una persona de barba y lentes, muy amable, pero te dice que más adelante, aunque no te la piden, necesitas una reducción del título para un procedimiento que explica entre balbuceos. ¡NO CAIGAS EN LA TRAMPA! (yo caí). Lo que te puede costar 5 bolívares fortachones al final te termina costando BsF. 11.6. Y para más colmo, mientras te saca las copias, el individuo te dice, haciéndose publicidad: “ya sabes, cuando necesites un fondo negro, unas copias a color, algo así fino, ven, que aquí hacemos eso”. De paso me robó 0,2 en el vuelto.

Esto continuará en el próximo capítulo. Después de todo, fue una diligencia de ocho horas y media. ¡Y en Caracas! Ya saben que allí todo puede pasar.





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